Frente a este panorama, hoy se oficializó al nuevo encargado de administrar las compañías públicas. Se trata del abogado Diego Chaher, quien viene de ser la cara visible de la intervención en la ex Agencia Télam. Si bien está en funciones desde hace algunas semanas, restaba la publicación de su nombramiento en el Boletín Oficial.
Chaher asume como secretario de Empresas y Sociedades del Estado, dentro de la Jefatura de Gabinete, en lugar de Mauricio González Botto, quien decidió dejar el cargo tras la salida de Nicolás Posse del Gobierno.
González Botto fue el encargado de relevar mediante auditorías qué ajustes había que hacer en esa nómina de compañías que incluía a AySA, Aerolíneas Argentinas, YPF, Correo Argentino, la Administración General de Puertos, Télam, la TV Pública y Ferrocarriles Argentinos, entre otras. Aunque algunas de ellas tuvieron que ser excluidas de la versión final de la Ley Bases, el funcionario saliente avanzó sobre varias con medidas fuertes como la reducción de personal, la cancelación de contratos y el cierre de dependencias para achicar costos.
Mediante el Decreto 549/2024, publicado esta madrugada, el Poder Ejecutivo aceptó la renuncia de González Botto, a quien se le agradeció “los servicios prestados en el desempeño de su cargo” y se oficializó la designación de Chaher.
Por una cuestión de formalidad, en el mismo decreto se confirmó la renuncia de Chaher a su cargo como interventor de Télam, que a su vez incluía el control de Radio y Televisión Argentina, Contenidos Públicos y Educ.Ar.
En Télam, el abogado mendocino cumplió en gran parte con su cometido, según evalúan en Balcarce 50, porque casi la mitad de los empleados ya se acogieron al retiro voluntario que se implementó y que culminó semanas atrás. Eso le permitió ganar espacio y reputación en las filas del oficialismo.
Aseguran que en la decisión pesó la influencia del asesor presidencial, Santiago Caputo, y también su buena relación con José “Cochi” Rolandi, secretario ejecutivo de la Jefatura de Gabinete, el número dos de esa cartera. Rolandi tuvo un rol clave en las negociaciones para que la Ley Bases avanzara en el Congreso y se ganó la confianza de todos. Cuando Posse renunció, fue ratificado.
El Gobierno tienen decidido ir a fondo con los cambios en las empresas públicas que pasarán a la órbita privada. Y por eso querían definir con rapidez quién quedaría a cargo de esa tarea, que implica el despido de miles de trabajadores.